martes, 1 de diciembre de 2015

(III)
Arranca
Arrancame
Dale, si yo sé que te encanta.
Arrancame la carne.
Despellajame hasta que la sangre no tenga donde escurrir.
Arrancame los besos que nunca te di.
Arrancame los ojos de una sonrisa a la vez.
Destruime los oídos.
Arrancame el amor del pecho con un solo "te quiero".
Arrancame cada lágrima.
Arrancame el corazón a mordiscones.
COME. ARRANCA.
Que en la oscuridad de la noche y en lo silencioso de tu habitación, nadie se va a enterar.

(II)
El dolor asimétrico. Tu horrible perfección. Tu asquerosa belleza. Tu infame amor.

La lluvia en la ventana y tu figura alborada despliegan su fuerza ante mi.
Te siento ascender por cada una de mis extremidades reviviendo cada dolor a las risas, haciendo renacer cada gota de sangre con cada vocablo pronunciado.
(I)
El aire rosado se respira fervorosamente, el cantar de los ruiseñores recorre las esquinas y los bares.
El empedrado de la calle Defensa me llena los ojos de amores clandestinos. De sangre negra.
Entre tanta figura humana, el viento susurra rostros al oído, suspira vestigios de viejos lenguajes.
Me pierdo entre las figuras, cuando en un breve momento (breve como vos) el viento me sujeta del brazo y me invita a danzar.
Me dejo bailar entre los cantos. Bailo en círculos, bailo en vuelo, bailo y beso.
En un segundo todas las figuras tenían tu cara.
Todas las figuras.
Todas las caras.
Vos no estabas.

martes, 22 de septiembre de 2015

Una esencia con el color de tu cara vuela en el aire, una suerte de bruma camina por la calle. Me seduce de manera danzante con un canto armónico de sirena, logra hipnotizarme hasta que caigo livianamente sobre un colchón de flores. De forma presurosa abraza mi cuello, lo recorre casi como si fuera a besarme, lo envuelve como la mar envuelve el globo. Baila alrededor mio hasta sentir que me abraza. Me abraza lento, me abraza fuerte. Abraza mi cuello con una pasión desmedida, como si el amor me entrara por la nariz, por los ojos y por la boca.
No encuentro vocales para cantar el amor, no encuentro abecedario para hablar. En la vorágine del romance lo único que llego a escuchar es una risa maquiavelica que se abre paso.
Mis manos dibujan surcos de dolor por mis extremidades, el amor me aplasta el pecho y se deshace como arena entre mis dedos. Me alimento de mi propia carne.
Ríos de esencia humana recorren mi tembloroso cuerpo quemando todo lo que se encuentra a su paso.

Cuando abro los ojos, me doy cuenta que la televisión estaba prendida.

martes, 18 de agosto de 2015

En todos lados, en cualquier momento.
Ahora te apareces por la ausencia constante que era el estar con vos. Tu cara, tus anteojos, tu barba que me raspaba la espalda mientras me llenabas de amor las noches, tus labios carnosos que fueron mi mejor alimento y lo mejor que probé.
La risa de las lunas, el silencio de los soles. Pizarnik una vez dijo "siniestro delirio el amar a una sombra".
Un infierno personal es no poder soltarte y jugar como un niño a insistir, como si fuera un capricho, que seguís formando parte de mí.
Soltame, dejame ir. Basta. Por favor basta.
Basta de mentirnos, basta!
Qué haces? Soltame, por favor te lo pido.

Hoy pasé volando por la esquina de tu casa.
El olor a lluvia, el anuncio de la tormenta.
Un simple momento es suficiente para que un cajón de remembranzas siniestras caminen libremente por mi cabeza.
La angustia de recordar algo que creía bajo siete llaves, el dolor de la herida que sigue sangrando, aún después de tantos mayos vividos.
En mi pecho vuelvo a sentir ese nudo que me duele hasta los huesos, mis piernas vuelven a temblar y mi voz se rompe como cristal. Estoy encerrado en la habitación más profunda y oscura de mi pasado.
Un candado, producto de la convergencia del presente y el mañana, pretendía esconder la realidad de un ayer, que por más pretérito que sea, forma parte de mí.
Las palabras hoy no duelen como antes, pero un espejo cuando se rompe lleva las marcas para toda la vida.
El miedo. La marca del miedo,
Las marcas de tus besos, las quemaduras de tus abrazos, tus palabras que cortan como navajas.
El miedo de volver a sentir, el temor a volver a amar. Te alejé tanto que sin embargo todavía estas acá, perturbandome. Me persiguen tus ojos. Acaso mi cuerpo y alma todavía te pertenecen? Vos sos como una jaula con las puertas abiertas. La mentira de la libertad.
Basta con escuchar el ruido de las puertas de un ascensor (los 10 pisos) o, simplemente, una canción de Sumo, para que tu presencia, tu presencia que es humo, humo de cada cigarrillo que fumo mientras escribo estas lineas, se haga carne en mí.
El tren a Constitución, desde la ventanilla veo la cancha de Racing, esa que veíamos juntos desde el balcón, tomando fernet y hablando de política. (Racing y Perón)
Él se acordará de mí? Él pensará en todas esas noches? O simplemente fui uno más de la lista?
Llevo tu rostro en mi pielo, el roce previo al beso.
La adrenalina de volver a tenerte entre las sábanas.
El miedo a tener miedo.

jueves, 6 de agosto de 2015

4 de agosto (II)

De nuevo sentí su perfume en la calle. Te busqué entre la gente, ilusionado te busqué en la esquina, busqué el olor a tabaco. Pero no estabas. Nunca estas. Alguna vez estuviste realmente? O simplemente fuiste una proyección de lo que yo necesitaba?
Me viste, me dejaste caer y de eso nadie habló. Me ofreciste un paraíso de amor en el delta y de eso tampoco nadie habló.
El amor voluble, la incoherencia emocional. Las palabras de amor, un romance de promesas.
Todo fue una película que nadie vio y nadie sabe el final.
Sos esa cosa pesada en la mochila que uno siempre se olvida de sacar.
4 de agosto

Anoche soñé con alguien. Un rostro, una sonrisa.
En un laberinto de desamor, en un cuarto lleno de agujas, escuche algo. Oí una voz.
Tu cara se me apareció, limpia, clara, repleta de luz. Tu abrazo se volvió un sol que me abriga. Ambos en caída libre, descubrimos la forma de caer juntos.
Una belleza brutal que me devoró por completo.

jueves, 23 de julio de 2015

Amor II

El amor no se mide en tiempo o distancia. Se mide en intensidad. El amor es una fuerza que te empuja, te eleva, te consume o te hostiga.
No importa el tiempo. Hay amores que dura una cuadra, un viaje en bondi o en subte; y otros que duran años y hasta una vida (o dos).
Es la intensidad del encuentro de dos fuerzas que se atraen. Dos cuerpos que chocan entre sí provocando esto a lo que nosotros conocemos como amor.
La construcción (o construcción) a partir de la intensidad de la fuerza.
El amor pasajero, el amor sangre, amor rojo, amor dulce.
Varios tipos de amor, la misma fuerza.
El poder. El sexo del poder. El placer de ejercer control sobre otro cuerpo.
La manipulación discursiva. La obsesión de tirar de la soga, (ahorcando, sofocando) sabiendo que uno esta del otro lado. Esperando, un poco más.
El mensaje, medio de control.
Poder.
Deseo.
Control.
El no sexo.
El amor a medida, el amor que se cuenta gota por gota. El amor que no debe parecer amor, ni tampoco debe sonar, tocar, cantar o siquiera tener sabor.
Dame eso, dame de tu mentira. Sí, esa que me gusta, me encanta. Dame una que mitigue el dolor y haga parecer que todo esta bien de nuevo.
Decime algo al oido y deja que yo ya aprendí a engañarme. Dame algo que haga que tus sonrisas vuelvan a ser mi alimento. Dame una de esas que me entretienen y hacen que me olvide de tu tortura constante.
Mentime. Mentime tanto que parezca verdad, mentime hasta que sangre. Dame lagrimas de mentira que yo te las compro.
Vamos, dame eso, sí, eso. Me encanta. El placer de tenerte, aunque sea, de mentira.
Engañame, que yo solamente me encargo de enamorarme.
Estoy acá, usame, sé que te gusta. Mira, acá estoy, sometido a tu palabra. Encadenado a tus ojos. Atado a tu piel.
Dejaste una marca en mi, no soporto la idea de poder cruzarte en la calle en cualquier momento. Voy con miedo de encontrarte, de olerte, de sentir tus labios sobre los mio y tu boca en mi cuello. Tus manos recorriendo mi espalda, mis piernas entrelazándose con las tuyas.
Que me saques la remera, sacarte los anteojos y verte, así, al natural. Tu pecho, el abrazo.
Detesto extrañarte, detesto extrañar todo esto. Qué hago? Qué hago mintiéndome? Qué es esto de fingir que todo esta bien? Pelee tanto contra la falacia que yo me terminé conviertiendo en una. Soy la mentira de la que jamas nadie se dio cuenta. Soy el resultado de tu mierda.
El llanto del domingo.
Suena el teléfono. Sos vos. Te leo. Pero ahora, quién de los dos es el que miente? Vos? Yo? Ambos?
Mi cama se convierte en el abismo que nos separa.

miércoles, 8 de julio de 2015

7 de Julio

La filosofía del amor. Todos alguna vez nos preguntamos, qué es el amor? Es algo que se siente? Es algo comestible? Existe realmente? Existe algo que no es corpóreo?
En realidad sí existe, porque ahora me encuentro yo hablando sobre esto. Sé que existe porque todos tenemos ideas diferentes del amor, y si nos podemos dar el lujo de construir varios conceptos sobre una misma cosa, le damos entidad. Le damos entidad pero no forma, le damos entidad pero no sabor. Eso va en cada uno.
Todos construimos saberes del amor a partir de experiencias previas, a partir de presupuestos dados. El concepto y las formas del amor se sedimentan en las imágenes y discursos que nos dan, crecemos a partir del amor que nos dan.
El amor es un ente tan gigante que es casi monstruoso. Te devora, te consume. Te faena, te hierve, te come y te digiere, te escupe y te vuelve a levantar para volver a tragarte. El amor es la madre de todo; del amor nace el dolor, la tristeza, la alegría, la risa, el abrazo, el golpe. Del amor nace el mundo. El amor es madre. Somos todos hijos del amor.
Al fin de cuentas, todos los caminos conducen a roma.

lunes, 6 de julio de 2015

6 de Julio (I)

La cancha de Racing desde el 100, qué diferencia hay entre este bondi y tu balcón? Que quizá este colectivo tenga destino, a diferencia de vos, que sos como ese tren al que te subís y no sabes en que estación bajar.

No llegaste a ser mi domingo a la tarde, que de repente, sin darme cuenta, te convertiste en ese escalofrio que me recorre cada vez que recuerdo tu piel; tengo tu cara grabada a fuego, como esa eterna ceguera, en mis ojos. Sos esa canción que no paro de tararear una y otra vez.
Hace poco me preguntaron si no me daba miedo cruzarte por la calle y no supe que contestar.
Es miedo? Miedo a verte o miedo a volver a sentir esas cosas raras que sentía en el estomago cada vez que te veía llegar? Esa ansiedad de saber que te iba a poder abrazar una vez más. Esa adrenalina de besarte, besar esos labios con gusto a tabaco.


6 de Julio (II)

Hoy iba caminando por la calle y de repente, en un viento frio de invierno, de esos que te dan ganas de estar en casa, sentí tu perfume volar.
Ilusionado, me di vuelta pensando que ibas a estar parado, ahí, en esa esquina, esperando con tu campera negra, tus zapatillas converse negras, tu jean azul, tu gorrito y el cigarrillo de tábaco recién armado.
Pero no. Eso no era. Eso no estaba sucediendo.. Sin embargo, las cosas que no suceden (o creemos que no) no están sucediendo cuando las contamos, hayan sucedido o no? O quizá, todo esto es una forma de consuelo que encuentro. Qué sé yo!
Hay una cosa que sí sé, que sí puedo saber de manera certera. Y es que vos, relatándote o no, no sucedes.


6 de Julio (III)

Qué es esto que tengo acá? Esta molestia.. parece dolor, pero.. a ver. No, no es dolor. Qué es entonces?
Es como que hay alguien haciendo un nudo con mis tripas, sos vos? No, no creo..  Si vos una vez juraste no lastimarme. No podes ser vos, o si?
Será que me querías tanto que te dio miedo?
Lo único que tengo cada vez que pienso y repienso lo que pasó son preguntas, incertidumbres. Sigo sin saber que es esta cosa que me molesta y vos sin saber que todas estas líneas son para vos. Bah, en realidad no son para vos, vos lo único que hiciste (y lo hiciste muy bien) fue despertar todo esto. Las palabras son para el que las quiera tomar. Una vez escritas dejan de ser mías. Son tuyas, que las estás leyendo. Ahora son, quizás, de la señora que está sentada a mi lado, si ella las quiere.
Estoy recorriendo el puente Pueyrredón, ese que más de una vez recorrimos juntos. Los dos.
Y cuál es el puente que ahora nos separa? Que corre por debajo? Todo lo vivido? O todo lo que pudimos haber vivido? Es tan corto y tan largo a la vez.
Espera! Creo que es eso lo que tengo acá… Sí! Es eso! Pero lo toco y no duele, es como una cascarita pero no pica, no nada. Está ahí, como tratando de hacer que recuerde algo todos los días. A ver.. si la veo más de cerca tiene la forma de tu cara, de tu risa, de tu cuerpo. Pero si vos habías dicho que no me ibas a lastimar. Qué haces acá? La herida.

Amarte fue como abrazar una brasa encendida. Hoy sos ceniza de un fuego que alguna vez fue. Sin embargo ahí estas (estas pero no sucedes) dentro y fuera mío.

viernes, 3 de julio de 2015

30 de Junio

Hoy hace exactamente un mes, me prestabas Operación México. Hace un mes, nos tomábamos nuestro primer fernet.
Hoy terminé Tucho, Operación México o lo irrevocable de la pasión.
La pasión irreversible.
¿Dónde quedaron esos besos de noche? ¿Dónde se perdieron esos abrazos clandestinos? ¿En qué esquina los dejamos?
¿Dónde quedó todo ese amor que alguna vez proclamaste tener? ¿Acaso no es que el amor vence al odio?
Hoy ya no nos une nada, ni siquiera las páginas del libro. Sin embargo, aún las cadenas que me unen a vos están intactas, aún te siento. Todavía pienso que voy a llegar a Lavalle 50, que bajas a abrirme y que arriba esta Hono agazapado esperando para tirarme un arañazo. (El amor del ascensor). Todavía siento esos besos en el comedor mientras me decías que me extrañabas. En qué callejón quedó todo eso?
Sin darme cuenta te convertiste en esa herida que uno olvida que está, hasta que la vuelve a tocar.

domingo, 28 de junio de 2015

Me sometí a que todas las voces fueran tu voz, a que todas las espaldas fueran tu espalda.
En el Roca a Lanús la vida se mide de a estaciones, latas de birra y rostros cansados.
La maquina del sistema devora cerebros, es el matadero donde se faena la vida. La palabra pierde fuerza y lo especular se torna primario. Hoy ya no somos nuestros, nuestra imagen ya no nos pertenece.
Somos la carne putrefacta, los restos de algo que alguna vez fue un ser corpóreo. El sistema nos devora por dentro sin que nosotros nos demos cuenta, come cabezas y al mismo tiempo las llena de nada. Nos convertimos en un objeto que depende del control constante; todo el tiempo queremos tener el control sobre el otro pero sin que el otro se dé cuenta. Observamos sin ser observados, el panóptico de la vida como la conocemos. Queremos tener el control del cuerpo y de las acciones del otro y sin darnos cuenta ese control se sale de control y nos termina controlando a nosotros.
El sistema come, devora y aniquila. El sistema es despiadado, no perdona. El sistema te viola sin que vos te des cuenta, te pega todos los días, te deja marcas y no las ves.

El sistema. El control. 

sábado, 27 de junio de 2015

El recuerdo de tu voz, la sensación de sentirte dentro mío. La cancha de Racing decora el paisaje que se aprecia desde el balcón. Avellaneda nunca se apaga.
Los besos en el ascensor, ese amor que duraba 10 pisos. Las charlas esperando el colectivo, las peleas con las piernas que hacíamos en el viaje.
La risa infantil, tierna e inocente que tenías cuando te hacia cosquillas. Esa cosa de esconderte debajo de la remera.
Tu indecisión a la hora de vestirte para salir, tus pantalones nuevos, tu placard lleno de camisetas de la Academia.
Las copas de vino, el fernet de las 3 de la mañana. Los besos en la mesa interrumpidos por Hono. El brillo de tus ojos rojos y lo colgado que te ponías cuando fumábamos.
La mañana del día siguiente, la fiaca en la cama y el abrazo eterno.
Las sabanas eran nuestra jaula.
Los mates de desayuno del domingo. Tiempo Argentino y Página/12. Mercedes sosa y su Cantora. La despedida.

El próximo diluvio te vuelvo a ver.
Una hoja en blanco que lleva la mancha de la ceniza de un cigarrillo que acabo de encender.
Sigo sin poder hallar ese amor que no genere dolor, es un proceso de autodestrucción constante. Será que me encanta el sabor del dolor, será que encuentro alivio en el saber que no me queres. Sigo buscando excusas y justificándote, recogiendo pedazos de viejos dolores te encontré. Porque este dolor no es tuyo, no te pertenece, son heridas que siguen ardiendo en la carne y penetran hasta los huesos. Es sangre ya derramada.
Sos ese nudo en el pecho que anuncia lo inevitable.
Mi vida se basa en eso, en enamorarme del no amor. Amar a una sombra, amar a la nada misma.

Un espejo en el que del otro lado no hay nadie. Sos una construcción que nació de lo destruido.
Las noches de Gibraltar en San Telmo. El amor del escabio y el faso, la indiferencia del día siguiente. La resaca de la resurrección. Todavía puedo sentir tu sabor en mi boca, tu perfume en mi ropa.
Aylen de 12 años me dice que estar enamorado de alguien es querer proteger a la otra persona, pero que pensar todo el día en ella es una obsesión.
El no amor.
Que no me mandes un mensaje todo el día, también es un mensaje.

La pasión desmedida, el amor unilateral. La paranoia de la soledad.

viernes, 19 de junio de 2015

La infinidad del espacio. La ausencia de toda fuerza.
Un beso, un abrazo. Tuyo, solamente tuyo.

Me vuelvo un gran envase de nada cuando me dejo encadenar al escuchar susurrar el idioma del cielo y del sol. Una sensación, un momento. El caos de la lujuria, la biopolítica de nuestros cuerpos. ¿Cómo explicar este doloroso placer?
El fernet que dejamos en la mesa se entibia, al igual que el aire que respiramos. El amor incompleto. La mirada cómplice del silencio que nos sentencia. Nadie dijo nada, las calles de Avellaneda ya hablaban por los dos.
Al fondo Pajaritos Bravos Muchachitos.. “Si lo mejor de los mejor del amor, Dios siempre se lo quedo para el.”
Eramos una gran masa de fuego que jamás paraba de encender. Una llamarada avivada por el roce de nuestra piel.  Mi ser temblaba y sucumbía ante semejante hervor, mis piernas se aflojaban cada vez que sentía tus manos recorrían mi espalda, que tu respiración cantaba dulces melodías al oído, que tus labios paseaban como un laberinto por mi cuello. Esa fuerza que se generó me eleva. De repente, había una sola piel, la nuestra.
Hay algo en vos, una perfección inexacta que distorsiona lo real.

-Cómo te dicen?  Guido o Agustín?
-Como más te guste.

Ahí, sin darme cuenta, me entregué en cuerpo y alma.