domingo, 6 de octubre de 2013

Hoy la tarde tenía olor a verano, una esencia de diciembre aromaba el patio. El cielo quería llorar pero por algún motivo se tragó sus lagrimas.
En mi cama había mucho espacio y una extraña sensación de soledad. Tu sonrisa me hace falta, quiero despertar y que tus dientes iluminen mi mañana, quiero oír tu risa, que el sol entre por la ventana y que tus ojos se conviertan en faroles que iluminen mi camino.
Las sabanas reclaman nuestra presencia, mi cuerpo grita tu nombre.

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